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Sector papelero: innovación y descarbonización

  • Publicado el 07 de Noviembre de 2017
  • Carlos Reinoso

Dos principales tendencias marcan el futuro inmediato del sector papel en España: el reposicionamiento hacia productos de mayor proyección futura y de más valor añadido y la descarbonización del sector, dando un paso más hacia la economía circular del papel.

La industria papelera en España está inmersa desde 2014 en un nuevo y potente ciclo inversor. Las inversiones del sector en 2016 ascendieron a 328 millones, lo que supone un 7,7 % de la cifra de negocio y un incremento del 85 % con respecto al año anterior. Las inversiones previstas para 2017, que crecen un 13 %, se espera que al cierre del presente ejercicio superen significativamente lo presupuestado.

El sector está reforzando su especialización en papeles para embalajes, que actualmente suponen el 58% de la producción total. Una transformación que implica todo un reto técnico, con repercusiones sobre el aprovisionamiento de materias primas. El consumo de estos papeles presenta importantes perspectivas de crecimiento. Así, por ejemplo, un reciente estudio de mercado de Technavio habla de un incremento del 5 % anual en 2016-2020 en el mercado mundial de las cajas de cartón ondulado debido fundamentalmente al crecimiento del comercio electrónico.

El consumo global de papel se ha incrementado en los cinco últimos años (2012-2016) un 8 %. Y, en efecto, los distintos tipos de papeles para embalaje registran crecimientos muy por encima de esa media. Los papeles para cartón ondulado incrementaron su consumo el 17 %, el cartón estucado creció el 22 % y otros papeles para embalaje (papel kraft sacos, papel para bolsas, papel/cartón para tubos, productos de celulosa moldeada como las cajas de huevos, etc.) crecieron el 26 %.

Una de las grandes fortalezas del sector es su capacidad de innovación en nuevos productos y aplicaciones. De hecho, se estima que en 2030 el 40% de la producción del sector será de nuevos productos que aún no están en el mercado. Las líneas fundamentales de innovación en el sector papelero son el uso de fibras de celulosa de nuevas fuentes naturales, los bio-composites, la electrónica impresa, la celulosa microfibrilada, nuevos conceptos de packaging y nuevos usos y aplicaciones diarios nunca vistos antes.

El carácter renovable y reciclable de los envases y embalajes de papel y cartón es sin duda una baza fundamental en el crecimiento de su consumo, sustituyendo a otros materiales que no presentan estas ventajas medioambientales.

La industria del papel europea plantea en su Hoja de Ruta 2050 para liderar la bioeconomía baja en carbono el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 8 %.  Solo la implantación de tecnologías de descarbonización y el desarrollo de la producción de nuevos bioproductos, requerirá hasta 2050 una inversión adicional de 44.000 millones de euros en el conjunto de la industria papelera en Europa, lo que supone un incremento del 40 % sobre unas inversiones ya muy intensivas.

El papel, como bioindustria basada en un recurso renovable y referente de un nuevo modelo industrial basado en la economía circular, está llamado a desempeñar un papel protagonista en la nueva economía baja en carbono.

Carlos Reinoso

Director general de Aspapel, Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón

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