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El gusto por la destrucción

  • Publicado el 22 de Enero de 2018
  • Jürgen Fischer

Imagina que pasas por el supermercado después de un duro día de trabajo y compras tres bolsas grandes de comida para cenar. Justo después, de camino al coche, pasas por una basura y tiras en ella la mitad de lo que has comprado anteriormente. Además, al llegar a casa, decides también tirar a la basura la mitad de tu compra restante.

Llegados a este punto estarás pensando: “Yo nunca haría eso.” Sin embargo, este escenario refleja cómo funciona nuestro sistema de comida. Casi un tercio de la comida que se produce en todo el mundo se despilfarra, equiparando el gasto de comida con el desperdicio de la misma. La diferencia entre gasto de comida y desperdicio es muy simple. Por ejemplo, a unas manzanas recién recolectadas que se caen del camión durante su transporte, se le denomina gasto de comida o pérdida de comida. Sin embargo, si esas mismas manzanas se pudren en el supermercado o en tu cocina porque has comprado demasiadas, se considera desperdicio de comida. Sinceramente creo que es ética y socialmente inaceptable que un 30% de toda la comida en el mundo se desperdicie, sobre todo cuando una de cada nueve personas sufre desnutrición.

Tomemos India como ejemplo. En el segundo país que más alimento produce del mundo, podemos encontrar que también alberga una cuarta parte de todas las personas con desnutrición a nivel mundial. La ineficacia y la falta de refrigeración en la cadena de frío de los alimentos provoca una pérdida de comida de casi el 40%, desembocando en una hambruna generalizada entre la población. La Organización de Comida y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) combate está paradoja con el “World Food Day”, una iniciativa anual donde se premia a los principales actores que combaten contra el derroche de alimentos, el hambre, la pobreza y el deterioro climático del planeta.

Una cadena de frío eficiente puede reducir la pérdida de alimento en un 40%

Este grave problema no ocurre sólo en la India: una gran cantidad de procesos de frío son ineficaces a lo largo de todo el globo. Un gran porcentaje de los alimentos que consumimos son perecederos, incluyendo frutas, carne y productos lácteos. El Instituto de Energía de Birmingham (UK) estima que casi un 90% de los alimentos que se desperdician en los países en vías de desarrollo tiene lugar durante la cadena de suministro. El empaque, almacenaje y transporte de productos perecederos a una temperatura adecuada extiende su periodo de vida y reduce la pérdida de alimentos en un 40% en los países en vías de desarrollo asegurando que una mayor cantidad de comida llegue a las mesas de una población en incesante crecimiento.

Jürgen Fischer, Presidente de Danfoss Cooling
Jürgen Fischer, Presidente de Danfoss Cooling

Limitar el derroche de alimentos tendrá unos beneficios sociales a largo plazo

Cada año, 940 billones de dólares y 4.4 billones de gases efecto invernadero se emiten durante la producción de una comida que nunca será consumida. Piensa en un litro de leche que caduca en el propio supermercado. Esta leche, además de no aportar ningún ingreso económico al propio supermercado, genera pérdidas financieras en cuanto a almacenaje y coste de transporte. Además, durante la cadena de producción, se necesitó a la vaca para producir leche, el alimento para la misma, y la tierra que produjo dicho alimento, así como muchos otros factores que actúan durante todo el proceso de producción. Si hacemos un uso más eficiente de la comida que producimos, sería posible distribuir productos frescos a un mayor número de personas sin sobrecargar los procesos de producción. Las mejoras e innovaciones de las cadenas de frío en los países en vías de desarrollo aumentarían significativamente los ingresos de los pequeños granjeros, ya que una mayoría de sus productos llegarían al cliente final.

Las cadenas de frío digitales y eficientes reducen la pérdida de alimento

Es una suposición errónea pensar que la pérdida de alimentos se produce en los países en vías de desarrollo mientras que el desperdicio de comida es predominante en los países desarrollados. De hecho, a pesar de tener instalaciones modernas, cámaras frigoríficas y acceso a un transporte de alimentos con refrigeración, Europa aún sufre una tasa de pérdida de alimentos del 40%. La principal razón para esto es la falta de sistemas de monitorización y trazabilidad que conecten entre sí a todos los elementos de la cadena de frío. Debido a que una gran parte de los procesos de la cadena de frío se realizan por distintos tipos de empresas, es complicado garantizar que los productos hayan sido almacenados a la temperatura adecuada durante todo el proceso.

Monitorizar la temperatura del proceso en tiempo real mediante un sistema alojado en la nube asegura que los productos permanezcan a una correcta temperatura y humedad, aumentando la seguridad y la calidad de los alimentos. Si la temperatura desciende por debajo de los niveles aceptados, una serie de alertas aparecerían en las diferentes fases del proceso, lo que permitiría actuar de forma más rápida y eficaz. Estos niveles de transparencia y seguridad ofrecen grandes beneficios para cada persona involucrada en el proceso: desde el granjero hasta el distribuidor. Cada uno puede confiar en que el producto ha sido tratado de forma apropiada antes o después de pasar por sus manos. En el pasado, la monitorización del producto se ha pasado por alto durante la cadena de frío; pero las innovaciones recientes y los avances tecnológicos han permitido que encontrar una gran eficiencia disminuyendo las pérdidas de alimento de una forma importante.

Quédate con las tres bolsas de comida

Os animo a todos a pensar sobre vuestros hábitos de consumo la próxima vez que vayáis al supermercado, y que penséis cuánta comida se ha desperdiciado antes de vuestra llegada. En Danfoss vamos a continuar diseñando mejoras que permitan que la cadena de frío sea más eficiente. Trabajando juntos, podemos contribuir a reducir el derroche alimentario, preservando la calidad de los alimentos, haciendo un uso eficiente de los recursos que el planeta pone a nuestro alcance.

Las tecnologías de Danfoss permiten al mundo del mañana hacer más con menos. Nos encontramos con una necesidad creciente de infraestructuras, suministro de alimentos, eficiencia energética y soluciones respetuosas con el medio ambiente. Nuestros productos y servicios se utilizan en áreas tales como la refrigeración, aire acondicionado, calefacción, control de motores y maquinaria móvil. También somos muy activos en el campo de las energías renovables, así como en las redes de calefacción urbana o por distritos. Nuestra ingeniería innovadora se remonta a 1933, y a día de hoy Danfoss es un líder mundial, que emplea a 25.200 empleados y atiende a clientes en más de 100 países. Todavía somos propiedad privada de la familia fundadora.

Jürgen Fischer

Presidente de Danfoss Cooling
www.danfoss.es

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