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Miguel Fernández Domínguez, Director Comercial de Inerco y conferenciante en Expofluidos

  • Publicado el 01 de Enero de 2024
“Si los avances tecnológicos continúan es posible que para 2060 tengamos la fusión nuclear a escala comercial”

Uno de los temas principales de la programación de Expofluidos será el papel del hidrógeno renovable en la futura matriz energética global. Por ello, hemos invitado a ofrecer una conferencia sobre esta temática a Miguel Fernández Domínguez, director comercial de INERCO, empresa líder en el desarrollo de tecnologías energéticas y medioambientales que contribuyen al desarrollo industrial sostenible.

Miguel Fernández Domínguez, Director Comercial de Inerco y conferenciante en Expofluidos

En el campo de la descarbonización y la transición energética, INERCO desarrolla e integra sistemas en la generación y uso de hidrógeno verde, almacenamiento de energía (baterías, térmico, termoquímico, etc.), hibridación de sistemas de generación renovable y almacenamiento de energía, captura y uso de CO2, y optimización de procesos y eficiencia energética (vapor, calor y frío, etc.). Por ello, la conferencia “El papel del Hidrógeno renovable en la futura matriz energética global” que ofrecerá Fernández Domínguez es una de las más esperadas.

Sin desvelar, evidentemente, todos los puntos que tratará en su charla, ¿nos puede avanzar aquí algo del contenido de su conferencia?

Fundamentalmente, trataré de revelar, de forma objetiva, la importancia que tendrá (y que ya tiene) el H2 de origen renovable como vector energético en la transición que estamos viviendo. Pero hay que profundizar en la realidad de este boom para conocer su importancia relativa respecto de otros vectores y fuentes de energía.

Porque estas tecnologías, como veremos, aún están en proceso de maduración y las rentabilidades esperadas distan mucho de las ventajas económicas que hoy se obtienen con procesos tradicionales de producción de hidrógeno (fundamentalmente por reformado de vapor de metano)

Hay que avanzar en esa madurez tecnológica necesaria y, paralelamente, apostar por mejoras en las tecnologías actuales, combinadas con soluciones de captura, almacenamiento y uso de CO2, entre otras. Haremos un repaso a la realidad de la matriz energética actual y trataremos de vislumbrar la que deseamos en los próximos años, en la que, sin duda, el H2 renovable jugará un papel relevante

De hecho, ante la necesidad de avanzar en la descarbonización de la economía, la Unión Europea ha aprobado la Estrategia del Hidrógeno y la Estrategia de Integración del Sector Energético, que prevén la instalación de al menos 6 y 40 GW de capacidad de electrólisis para la generación de hidrógeno renovable en 2024 y 2030, respectivamente. ¿Cree que estas previsiones serán realizables?

Casi todo es posible con dinero (en este caso con grandes cantidades, ingentes diría yo). Pensemos que, en la actualidad, el 95% del hidrógeno que se produce en la UE se obtiene fundamentalmente por reformado con vapor de metano con emisiones de CO2 asociadas (en torno a 330 g CO2eq/kWhH2). Si queremos migrar de un modelo de producción basado en combustibles fósiles a un modelo descarbonizado basado en energía renovables para producir H2, la inversión necesaria es descomunal y tendríamos que estar poniendo en marcha prácticamente una planta de 10 Mw cada día.

La Comisión Europea está decidida a que el hidrógeno sea el pilar básico de un sistema energético descarbonizado. Podemos apreciar que en esta concepción, los recursos para obtener hidrógeno son diversos, desde gas natural y biometano a electricidad renovable. La prioridad es, evidentemente, que la mayor parte del hidrógeno sea renovable, obtenido por electrolisis con electricidad de origen eólico y solar, debido a que es la opción más compatible con el objetivo de neutralidad climática para 2050.

De forma pragmática, no obstante, la estrategia de la Comisión establece que, a corto y medio plazo, se necesitan otras formas de hidrógeno bajo en carbono, para poder reducir de forma rápida las emisiones de CO2 de las vías actuales y allanar el camino a la utilización masiva futura del vector hidrógeno.

En la actualidad, reconoce la Comisión, ni el hidrógeno azul –ni por supuesto el verde– son competitivos con el hidrógeno gris, por lo que se pretende que la industria europea sea capaz de alcanzar 6 GW potencia instalada de electrolizadores alimentados con electricidad renovable en 2024 y 40 GW de en 2030. Y así avanzar rápidamente por la curva de aprendizaje. Ello supondría la producción de hasta 10 Mt de hidrógeno renovable, cifra ligeramente superior a la demanda actual en la UE que se compara con la demanda mundial de hidrógeno puro de aproximadamente 70 Mt.

Las tasas de aprendizaje requeridas (reducción relativa de costes por cada duplicación de la potencia instalada o energía producida acumuladas) son muy elevadas, pero hay precedentes que hacen pensar que, con las inversiones y soporte adecuados, serían alcanzables, aunque con notables incertidumbres. La Estrategia Comunitaria estima que los costes podrían reducirse a la mitad en 2030.

En España, la Hoja de Ruta del Hidrógeno prevé la instalación en 2030 de 4 GW de potencia instalada de electrólisis para la producción de hidrógeno (10% del objetivo marcado por la Comisión Europea para el conjunto de la UE). Además, se espera que un 25% del consumo de hidrógeno en la industria sea de origen renovable en 2030. ¿Una meta alcanzable? ¿Cuál es la situación actual?

En España se estima una producción anual de hidrógeno de 0,5 Mt H2/año. Actualmente hay, fundamentalmente en fase conceptual, innumerables proyectos orientados a la producción de H2 de origen renovable. Pero solo unos pocos en operación o en vías de entrar en a corto plazo, con una capacidad de producción muy distante de los objetivos marcados. Objetivos ambiciosos, pero factibles. La demanda de H2 está ahí, pero dependerá de que la evolución tecnológica permita aproximar los precios del H2 verde a los del H2 Gris, consumido actualmente en su inmensa mayoría.

¿Quién financiará todo esto (fondos europeos o financiación privada)?

Hará falta de todo: fondos públicos, fondos privados, fondos soberanos, … y la apuesta firme de las grandes empresas tractoras junto al compromiso de las administraciones para facilitar el camino, o al menos, no poner más dificultades.

Usted trabaja como director comercial de una de las empresas con más experiencia en este ámbito, Inerco, que lleva casi 4 décadas ofreciendo soluciones integrales en los ámbitos de la sostenibilidad ambiental y energética. Cuéntenos, ¿cómo ha cambiado el sector en la última década?

La emergencia climática, que nos induce a transitar a un modelo energético descarbonizado (desfosilizado), sin duda nos ha presentado una grandísima oportunidad de crecer. La apuesta es firme y el objetivo propuesto, necesario conseguirlo. Los proyectos que se presentan y, sobre todo, la dimensión de los mismos, nos obliga a cambiar nuestro modelo de negocio y, lejos de competir, vemos la gran oportunidad de aliarnos, de dotarnos de más y mejores recursos, de aprovechar las capacidades que proveen la innovación y las nuevas tecnologías. En definitiva, un cambio muy sustancial asociado a una nueva revolución industrial.

¿Qué tecnología energética es la que está avanzando más rápido? ¿Hidrógeno renovable, biocombustibles, captura de CO2, biogás, baterías y almacenamientos de energía?

En Inerco trabajamos en todas estas líneas, porque todas ellas tiene sentido y aplicabilidad y las podemos hacer rentables, desde la eficiencia técnica. Difícil predecir cuál va a evolucionar más rápido. Dependerá de muchos factores. Diferentes aplicaciones requieren diferentes vectores y fuentes energéticas, asociado a su proximidad, rentabilidad, accesibilidad, infraestructuras de transporte, entorno industrial compartido y factores sociales, políticos y geoestratégicos. Y por supuesto, factores ambientales y de seguridad.

¿Podríamos pensar en el H2 renovable como el vector energético definitivo? Tengo mis dudas. Si los avances tecnológicos continúan al ritmo que van (seguramente se aceleren) es posible que para el 2060 tengamos la fusión nuclear a escala comercial, la cual se espera que conviva con las energías renovables. Las otras fuentes de energía, el carbón, el petróleo y el gas, combinadas con soluciones para la captura, almacenamiento, transporte y uso del CO2 seguramente van a persistir en segmentos que se van a reacomodar dentro de la nueva matriz energética.

Uno de los temas principales del Salón girará en torno al tema del reciclaje de las baterías. ¿Hacia dónde debemos dirigirnos para ser sostenibles en este punto?

Se está avanzando considerablemente en el desarrollo de tecnologías que, por una parte, hagan los sistemas de almacenamiento de energía basados en baterias (fundamentalmente Litio) más sostenibles, con procesos de producción con menores emisiones. Y, por otro lado, los fabricantes ya plantean, en algunos casos, un coste asociado al propio reciclado de su batería, a un precio unitario aproximado de 4 – 6 USD/Kg. de batería retirada, para reincorporar a su proceso productivo (economía circular), que no confundamos con usos en segunda vida a partir de baterías usadas de coche eléctrico, por ejemplo.

Y hablando del certamen, ¿qué opinión tiene de salones como Expofluidos?

Sin duda, son una magnífica oportunidad de tomarle el pulso a los diferentes sectores industriales. En pocos días y con una mínima inversión, tenemos la oportunidad de identificar nuevos contactos de interés, conocer nuevos proyectos, ver como avanzan diferentes tecnologías y reforzar nuestras respectivas posiciones con clientes, aliados y colaboradores actuales. Y no menos importante, aproximarnos a nuevos socios.

Como visitante profesional, ¿qué es lo que más le atrae de la próxima edición?

Diversas cosas, casi igualmente importantes. Por ejemplo, la gran cantidad y calidad de empresas que expondrán sus avances tecnológicos. La gran diversidad de sectores concurrentes. La concurrencia con otros dos certámenes afines y complementarios (Exposolidos y Polusolidos). Los contenidos a los que tenemos accesibilidad tanto durante el certamen como tras el mismo.

Y ahora, para seguir convenciendo a los indecisos, ¿podría señalar 3 motivos por los que no se deben perder la próxima edición de Expofluidos?

El que no venga a Expofluidos, pierde una gran oportunidad de hacer crecer su negocio, sin duda.

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