Un conocido productor de huevos español utiliza una solución de codificación de Markem-Imaje para marcar 180 000 huevos por hora reduciendo simultáneamente los costes operativos hasta un 20%. La solución incorporada, con equipos inkjet, permite a la empresa cambiar los consumibles sin tener que detener las impresoras y reduce el número de limpiezas de cabezal; Todo ello cumpliendo siempre con sus obligaciones de trazabilidad y con la más alta calidad impresión de los códigos en cada uno de los huevos producidos, requisito requerido por la cadena de distribución y los clientes finales.

Con sede en Valencia, Grupo Huevos Guillén produce más de 150 millones de docenas de huevos de gallina y codorniz al año. Mediante el Modelo Europeo de Producción de Huevos, la Unión Europea exige la trazabilidad desde el origen de todos los huevos. Cada uno de ellos debe estar codificado con el sistema de cría de las gallinas ponedoras, el país de origen y la identificación del centro de embalaje. De esta manera, durante la retirada de productos se mejora la seguridad para los consumidores, en especial cuando los huevos son extraídos de su unidad de envase. También permite que las retiradas sean más precisas para los productores, lo cual les ayuda a ahorrar y a proteger su reputación. De igual modo, Grupo huevos Guillén incluye la fecha de consumo preferente para aportar al cliente final información adicional de consumo seguro.

La fragilidad del producto, su forma curva y los altos niveles de producción de numerosos productores de huevos suponen grandes retos para cualquier impresora. La diferencia de tamaño y forma de los huevos puede causar la distorsión de las imágenes, pero los códigos deben poder leerse claramente en la superficie marrón o blanca de la cáscara y además el código debe de estar completo.

Para superar estos inconvenientes, Huevos Guillén eligió una versión de configuración específica del codificador de inyección de tinta continua (CIJ) modelo 9450 de Markem-Imaje . La tecnología Intelli'Jet controla, mide y ajusta la velocidad del chorro de tinta en función de las condiciones ambientales para garantizar la perfecta colocación de la gota, así como la calidad y la coherencia de los códigos con una capacidad de hasta 250.000 huevos por hora. Se pueden imprimir hasta 3 líneas de código y logotipos si se requieren y existe espacio en la posición de codificado.

Las tintas se han diseñado y autorizado para el contacto directo con los alimentos y están disponibles en rosa o azul, para la codificación de huevos blancos o marrones. El contraste de la tinta rosa permite codificar incluso en huevos de color marrón oscuro sin perjudicar el grado de legibilidad del código.

La alta resolución de los cabezales y el contraste de la tinta FC311, desarrollada por Markem-Imaje, permite imprimir más caracteres en menos espacio, lo que se traduce en que la información necesaria se imprime íntegramente en el huevo garantizando la calidad de marca e imagen de la empresa al poder trazar el 100% de los huevos enviados al mercado.

El sistema Intelli'Ink del codificador reduce los fallos gracias a un sensor incorporado que evita la inserción de cartuchos de tinta incorrectos. También se eliminan los costosos paros en la actividad y los costes de explotación se administran mejor, ya que el software integrado permite la supervisión del uso de consumibles por parte de los operarios, que pueden cambiarlos cuando sea necesario sin detener la línea.

El codificador dispone de certificación para el uso en las clasificadoras de huevos Moba, una de las marcas líderes en el mercado de la clasificación de huevos. Se instala fácilmente en las líneas de producción mediante un sistema de conexión rápida. A diferencia de otras marcas con certificaciones similares, el modelo 9450 no requiere ordenador externo.

Mario Carbonell, director técnico de Huevos Guillén, comenta: «Con la 9450 podemos reducir nuestros costes operativos al menos un 20 %. Permite cambiar los consumibles sin detener las impresoras y reducir el número de limpiezas del cabezal. Asimismo, los cartuchos de diseño inteligente ayudan a los operarios a minimizar los errores humanos, así como a optimizar las tareas cotidianas. Con los nuevos equipos, tenemos la certeza de que los huevos comercializados estarán perfectamente codificados».

Los codificadores se suministran y se mantienen en el marco del programa de leasing de Markem-Imaje, que ayuda a las empresas a evitar grandes desembolsos iniciales al convertir estos costes en una cuota fija durante la duración del contrato. «El programa nos permite controlar nuestros costes de codificación y de servicios de mantenimiento y así evitar paros de producción, con la garantía de poder renovar los equipos después de unos años», observa el señor Carbonell.